Se desconoce la verdadera sensación de terror debido a su gran magnitud, pero hemos intentado interpretar los sufrimientos que padecían aquellos que fueron perturbados por su presencia.
Esta es la historia de unos pobres jóvenes huyendo de su horrible destino.
Los osos de peluche siempre me han dado mal rollo. No son trigo limpio.
ResponderEliminar¡Saluditos!